Actualizado el 24/02/2024.
Los agapornis son aves maravillosas pero necesitan de cuidados especiales ¿Quieres saber cómo cuidarlos? En esta guía básica sobre agapornis te enseño todo lo necesario para mantener en las mejores condiciones a estos divertidos y emplumados animalitos.
Índice
1. Introducción
Empezaré por lo más básico para que te hagas una idea general: Qué son los agapornis, de donde vienen, un poco de su historia y cuál es el estado de conservación actual.
1.1 Origen de los agapornis
Los agapornis o inseparables son un grupo de loros de pequeño tamaño que proceden de África. Existen 9 especies de agapornis, pero los más habituales en cautividad son Agapornis roseicollis, Agapornis fischeri y Agapornis personatus. En el apartado de biología te explicaré sus características.
Cada especie habita en una zona concreta de África y en algunas partes sus territorios se superponen, pero todos se localizan dentro de llamada región afrotropical, por debajo del desierto del Sahara.
Son aves muy sociales que en la naturaleza viven en grupos, formando parejas de lazos muy fuertes. De hecho, la palabra agapornis procede del griego antiguo agápē (amor incondicional) y órnis (pájaro), que significa “pájaro del amor”. Es por eso que en español son conocidos como inseparables y en inglés directamente como love birds (pájaros del amor).
Datos básicos de los agapornis
Nombre científico | Agapornis spp (9 especies diferentes) |
Nombre común | Agapornis o inseparable |
Estado de conservación | IUCN: Depende de la especie (ver más adelante) CITES: Anexo II, salvo A. roseicollis (no incluido) |
Esperanza de vida | 10-15 años |
Peso adulto | 42 – 55 gramos |
Longitud (de cabeza a cola) | 13 – 17 centímetros |
Comportamiento | Social |
Alimentación | Herbívoro (principalmente granívoro) |
Número de puestas al año | Máximo ideal 3 puestas |
Número de huevos por puesta | 4 – 10 huevos |
Periodo de incubación | 18 – 24 días |
Edad a la que comienzan a volar | 30 – 35 días |
Edad de destete cuando son criados por los padres | 45 – 55 días |
Edad de destete cuando son criados a mano | 40 – 45 días |
Edad madurez sexual | 6 – 12 meses |
1.2 Un poco de historia
La cría del agapornis en cautividad comenzó a partir de la colonización de África en el siglo XIX por parte de las principales potencias europeas. Si bien en 1788 ya se había descubierto el Agapornis canus en la isla de Madagascar, la exploración del continente africano durante el siglo XIX dio lugar al descubrimiento del resto de agapornis. Evidentemente para la población africana eran animalitos bien conocidos, el descubrimiento fue solo a ojos de los europeos.
A finales del siglo XIX comenzaron a importarse a Europa los primeros ejemplares. La primera especie en reproducirse en cautividad fuera de África fue Agapornis canus en 1860, en el Zoológico de Londres. A partir de 1926 empezaron a criarse Agapornis fischeri en Estados Unidos. Con el tiempo, a lo largo de siglo XX se fueron popularizando como mascota debido a su pequeño tamaño y facilidad de cría. En las últimas décadas, se han desarrollado numerosas mutaciones de color mediante la cría selectiva, lo que ha aportado mayor colorido y variabilidad a estos pequeños loritos.
1.3 Estado de conservación
Por desgracia, los agapornis no están exentos de amenazas en la naturaleza. Una de las principales es la captura ilegal para el comercio internacional de mascotas.
Por ello, actualmente todas las especies de agapornis están protegidas por el convenio CITES*, dentro del anexo II, salvo Agapornis roseicollis. Esta especie quedó fuera del convenio en 2004, debido a que las investigaciones indican que el comercio internacional no afecta a su población silvestre. Son agapornis baratos, de cría fácil y además lo más demandado actualmente son las mutaciones de color, que solo se producen en cautividad.
Por otro lado, según la IUCN*, la mayoría no están en peligro de extinción, aunque sus poblaciones están en declive en mayor o menor medida. Lo verás en el apartado de biología.
Pero el comercio ilegal no es la única amenza. Otros problemas son la persecución que sufren por parte de los agricultores en zonas agrícolas (se comen sus cultivos), la destrucción de su hábitat natural, el cambio climático o los depredadores no naturales (perros o gatos).
* La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES en inglés), es un acuerdo internacional para controlar el comercio de animales y plantas y así evitar que peligre la supervivencia de las especies. La Unión Europea y España están suscritos a este acuerdo. * La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN en inglés), es una organización internacional medioambiental que publica la Lista Roja de Especies Amenazadas. Es la fuente de información más exhaustiva del mundo sobre el estado de conservación de especies animales, hongos y plantas. |
| ¿El agapornis es una especie exótica invasora?
Vayamos ahora al otro lado de la moneda. Desde hace un tiempo, la suelta accidental o deliberada de agapornis algunas zonas del mundo ha dado lugar a la aparición poblaciones silvestres fuera de su hábitat natural. Han sido observadas en libertad en algunas zonas de España, en otros países europeos y en Estados Unidos (Arizona, Hawái). Esto puede ser un problema para la fauna autóctona, ya que aparece un nuevo competidor por la comida y el espacio. El problema de esta situación es que si no se remedia al final se prohibirá tenencia de agapornis en casa.
Quiero dejar claro que desde KIWI EXOTICOS pensamos que la culpa de que una especie sea una amenaza para un hábitat ajeno al suyo nunca va a ser del animal, sino del ser humano, que siempre está detrás de una negligente y deliberada suelta de especímenes. El animal va a luchar por sobrevivir en el lugar que le ha tocado estar por la acción del ser humano y al final es un ejemplo de especie con gran capacidad de adaptación al medio. No hay mayor “plaga” para este planeta que nosotros mismos.
Dicho esto, creemos que es importante y necesario un control de estas especies para evitar o reducir el daño que puedan ocasionar a los ecosistemas, la agricultura y la ganadería. Además, habría que concienciar para que nunca el abandono y la suelta de animales nunca sea una opción.
2. Biología
Los agapornis son aves del orden Psittaciformes, palabra que deriva del griego y que significa “con forma de loro”. Dentro de este orden de aves, se clasifican a su vez en la superfamilia de los denominados “loros verdaderos” (Psittacoidea), familia Psittaculidae. Muchas de las especies de loros que se tienen como mascotas son de la familia de las psitácidas.
Si no te interesa todo este rollo no pasa nada. Lo importante que debes saber es que los agapornis son loros, lo cual implica una serie de características físicas especiales.
Atento a la siguiente imagen porque te presento las 9 especies de agapornis que existen:
En los siguientes apartados te voy a contar cómo son los agapornis, te describiré las características de cada especie y por último cómo se comportan.
2.1 Características generales
| El cuerpo del agapornis
El agapornis es un ave de cuerpo pequeño y compacto, con una longitud de entre 13 a 17 cm desde la cabeza a la cola. Está casi completamente recubierto por plumas, salvo las patas, el pico y alrededor de los ojos (en algunas especies). La cabeza es grande en relación al tamaño del cuerpo y posee un pico robusto. Las alas miden entre 9 a 10 cm de largo y la cola es corta y redondeada.
Las patas están recubiertas por escamas grises en vez de plumas y tienen 4 dedos: 2 hacia delante (dedos II y III) y 2 hacia atrás (dedos I y IV). Esta disposición de los dedos se llama zigodactilia y le permite agarrarse y trepar por diferentes superficies.
Su principal forma de desplazamiento es, como no podía ser de otra forma, mediante el vuelo. En distancias cortas puede caminar, subiendo y bajando de ramas u objetos con gran agilidad.
| La cabeza del agapornis
En la cabeza del agapornis lo primero que destaca es el pico. Está formado por una estructura córnea denominada ranfoteca, que recubre el maxilar y la mandíbula. En términos funcionales, el pico de las aves representa los labios y los dientes de los mamíferos.
La forma del pico es curvada hacia abajo y tiene muchas funciones:
- Alimentarse: Con la ayuda del pico y la lengua el capaz de abrir semillas.
- Mantenerse limpio: Acicalarse las plumas.
- Manipular objetos: Ramas, juguetes, material para el nido… cualquier cosa.
- Comunicación: Ayudar a emitir un gran repertorio de vocalizaciones.
- Como arma: Para defenderse o atacar.
El pico crece de forma continua (como las uñas de las personas), desgastándose de forma natural por el uso. Por ello, ten en cuenta que si crece demasiado o de forma irregular es que hay algún problema y habría que llevarlo al veterinario para revisarlo.
El color del pico de los agapornis depende de la especie y la mutación, pudiendo ser de color rojo, anaranjado, amarillento, marfil o ligeramente rosado. Las crías nacen con el pico de color negro y a medida que crecen cambia al color de adulto definitivo.
Por encima del pico se encuentra la cera, parcialmente cubierta por las plumas. Es una banda estrecha de piel engrosada donde se encuentran las narinas, que son los orificios nasales del agapornis. Más atrás de las narinas están los ojos y debajo y un poco atrás están los oídos, cubiertos por el plumaje.
| Los sentidos del agapornis
La vista es el mejor sentido de las aves, y los agapornis no es una excepción. Sus ojos son grandes y de color negro salvo en algunas mutaciones, que pueden ser rojos. Algunas especies de agapornis carecen de plumas alrededor de los ojos, y tienen espacio de piel blanca llamado anillo ocular. Son capaces de percibir la luz ultravioleta A (luz UVA), cosa que las personas no podemos hacer. Esto les ayuda a identificar el entorno y a otros congéneres, ya que las plumas y los vegetales reflejan la luz UVA y crean patrones característicos que reconocen.
También tienen un oído muy agudo. Los oídos se localizan debajo de los ojos, un poco hacia atrás. No tienen orejas, sino unas aberturas circulares que dan entrada al conducto auditivo. En los agapornis los oídos están cubiertos por plumas y normalmente no se ven. Su capacidad auditiva es tal que son capaces de detectar la llegada de alguien a casa mucho antes que cualquier persona.
El tacto es el tercero de los sentidos más desarrollados de los agapornis. Tienen receptores táctiles por todo el cuerpo, pero en el pico son mucho más sensibles, compensando en cierta medida lo poco evolucionados que tienen el gusto y el olfato para poder alimentarse adecuadamente.
| El sistema digestivo del agapornis
Los agapornis son aves granívoras, por lo que su sistema digestivo está especializado en la digestión de semillas. Cuando el agapornis come, el alimento pasa primero al buche, que es una especie de saco que está en cuello. Allí la comida se almacena antes de seguir su camino. En las crías puede dilatarse mucho de forma normal después de comer.
Más adentro, llegamos al estómago. Está formado por dos partes: el proventrículo, donde se inicia la digestión de la comida, y el ventrículo o molleja, donde se tritura la comida. El siguiente paso son los intestinos, donde se forman las heces. Estas son expulsadas a través de la cloaca, que es una estructura 3 en uno: Es un orificio por donde se eliminan las heces y la orina y también es la salida del aparato reproductor.
| El plumaje del agapornis
Como comenté antes, los agapornis tienen casi todo el cuerpo cubierto por plumas. Son estructuras que protegen, aíslan e impermeabilizan al ave. Y evidentemente, son esenciales para volar.
Cada especie de agapornis tiene un color determinado del plumaje, denominado coloración “ancestral” o “silvestre”. Te lo explicaré en el apartado “2.2 Especies de Agapornis”. Además, a partir de la cría en cautividad, se han desarrollado numerosas mutaciones con colores y patrones muy variados. Si a esto le añadimos que las especies pueden cruzarse e hibridar entre ellas, a veces es muy difícil determinar a qué especie pertenece cada individuo.
Si antes te fijaste bien en la imagen de las 9 especies de agapornis, se puede decir que el color base de todas es el verde. Pues bien, actualmente existen multitud de mutaciones con diferentes tonos de verdes, amarillos, naranjas, rojos, azules, violetas, negros y blancos.
Aquí te dejo algunos ejemplos de mutaciones. La mayoría son Agapornis roseicollis:
| ¿Cómo sexar los agapornis?
Las 3 principales especies de agapornis que se tienen como mascota no tienen dimorfismo sexual. Esto quiere decir que no tienen características físicas externas que permitan diferenciar un macho de una hembra. Sí, por mucho que te hablen del ancho de la pelvis o la forma de la cabeza, no son métodos nada fiables.
Entonces, ¿Cómo puedo saber el sexo de mi agapornis? >> Mediante una prueba de ADN. Muchos laboratorios veterinarios disponen de esta prueba, para la cual sólo se necesitan 2-3 plumas, arrancadas de raíz.
De todas formas hay cosas que son obvias: Si pone un huevo, estarías ante una hembra. También se podría intuir por el comportamiento sexual cuando está en celo, pero para eso se necesita conocer bien como se comportan estos animalitos.
Si quieres saber si tu agapornis es macho o hembra puedes escribirnos a info@kiwiexoticos.com. Te daremos las indicaciones necesarias para hacer una prueba de ADN. |
2.2 Especies de Agapornis
A continuación, te voy a describir forma general cómo son y de dónde vienen las 9 especies de agapornis. No todas se crían en cautividad, por lo que si quieres ir al grano, échale un ojo a las 3 primeras, que son las más habituales:
| Agapornis de Namibia (Agapornis roseicollis)
Vive en zonas áridas del suroeste africano, principalmente en bosques de sabana cercanas al desierto del Namib, en Namibia, Angola y el noroeste de Sudáfrica. Tiene 2 subespecies: A. r. roseicollis y A. r. catumbella.
El pico es de color marfil, con la cara y cuello naranja asalmonado. El resto del cuerpo es verde, con las plumas de la cola verde turquesa casi azul. En cautividad es el agapornis con mayor número de mutaciones de color.
Aunque es prácticamente imposible de distinguir a simple vista, las hembras son ligeramente más grandes y el color de sus plumas es más apagado. Pueden llegar a cruzarse (hibridar) con A. fischeri o A. personatus, pero la descendencia es estéril y salen aves débiles.
Según la IUCN actualmente no está en peligro de extinción y es la única especie de agapornis que no está incluida en el CITES.
| Agapornis de Fischer (Agapornis fischeri)
Es nativo de zonas de sabana arbolada o arbustiva al sur del Lago Victoria, en Tanzania. Fue descubierto en 1892 por el médico y naturalista alemán Gustav Fischer. De su apellido deriva su nombre científico.
El pico es de color rojo, con la cara naranja y un anillo ocular blanco. La parte superior de la cabeza es verde oliva y el cuello y el pecho son dorados. El resto del cuerpo es verde y la parte superior de la cola tiene algunas plumas azules o casi violetas. Pueden hibridarse con A. personatus, generando descendencia fértil.
Según la IUCN es una especie catalogada como Casi Amenazada. Parte de su territorio es compartido con A. personatus, por lo que preocupan las hibridaciones que se puedan producir entre ellos, aunque se desconoce el impacto actual de esto para la supervivencia de la especie.
| Agapornis cabecinegro o enmascarado (Agapornis personatus)
Originario también de la sabana arbolada o arbustiva de Tanzania, pero vive más al sur del Lago Victoria. Una pequeña parte de su territorio se llega a solapar con el de Agapornis fischeri.
El pico es de color rojo, la cara y la cabeza marrón oscura casi negra y tienen un anillo ocular blanco. El cuello y el pecho son dorados y el resto de un verde claro. Las alas son verdes, con la parte inferior de las plumas primarias y secundarias oscuras y las plumas coberteras inferiores color azul grisáceo y verde.
Según la IUCN actualmente no está en peligro de extinción y sus poblaciones se mantienen estables.
| Otras especies de agapornis
Las siguientes especies no son habituales en la cría del agapornis, pero si tienes curiosidad por saber como son a continuación te voy a explicar sus principales características:
· Agapornis de mejillas negras o cachetón (Agapornis nigrigenis)
Dónde vive: Se localiza en zonas de sabana arbolada cercanas a fuentes de agua permanente, entre el río Kafue y el río Zambeze, en el suroeste de Zambia.
Morfología: Tiene el pico rojo y la cara marrón oscura y anillo ocular. El resto de la cabeza hasta el cuello es verde oliva. El pecho es de color naranja amarillento. El resto del cuerpo y las alas son verdes. Puede llegar a confundirse con A. personatus. Se diferencian en que A. personatus tiene la cabeza completamente marrón oscura mientras que A. nigrigenis sólo tiene la cara marrón oscura.
Conservación: Es la especie de agapornis más amenazada debido a su pequeña población y a la desecación gradual de las fuentes de agua de su hábitat. Está clasificada como Vulnerable por la IUCN.
· Agapornis del Nyasa (Agapornis lilianae)
Dónde vive: Habitante de la sabana arbolada del valle del río Zambeze entre Zambia y Zimbabue, el valle del río Luangwa en Zambia y alrededor del lago Malombe en Malaui.
Morfología: El pico es de color rojo, con la cara y el pecho naranja y un anillo ocular blanco. La parte superior de la cabeza y el cuello es verde oliva. El cuerpo es verde claro y las alas verdes más oscuras. Puede llegar a confundirse con A. fischeri, pero a diferencia de este el pecho es anaranjado y su tamaño es más pequeño.
Conservación: Está catalogado como Casi Amenazada porque tiene una población pequeña y se cree que está en declive.
· Agapornis de Madagascar o malgache (Agapornis canus)
Dónde vive: Procede de los bosques y matorrales costeros de la isla de Madagascar, al suroeste del continente africano. Tiene 2 subespecies: A. c. canus y A. c. ablectaneus.
Morfología: Tienen el pico gris, con un marcado dimorfismo sexual: Los machos tienen la cabeza, el cuello y el pecho gris y el resto del cuerpo verde. Las hembras son completamente verdes.
Conservación: Según la IUCN actualmente no está en peligro de extinción y sus poblaciones se mantienen estables.
· Agapornis carirrojo (Agapornis pullarius)
Dónde vive: Esta especie tiene un área de distribución muy grande. Vive en un gran número de países del áfrica ecuatorial, desde Guinea y Sierra Leona en el oeste, a Etiopía en el este, pasando por países como Nigeria, Camerún, República Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo o Uganda. Tiene 2 subespecies: A. p. pullarius y A. p. ugandae.
Morfología: Tienen dimorfismo sexual: Los machos tienen el pico y la cara rojas, mientras que las hembras tienen el pico rojo pálido y la cara naranja. El resto del cuerpo es completamente verde. Es una de las especies de agapornis más complicadas de criar en cautividad.
Conservación: Actualmente no está en peligro de extinción según la IUCN, pero se sospecha que su población está en declive debido a la continua destrucción del hábitat y los niveles insostenibles de explotación.
· Agapornis abisinio o de frente roja: (Agapornis taranta)
Dónde vive: Viven en bosques de montaña y sabanas de Etiopía y Eritrea.
Morfología: Tienen también dimorfismo sexual: Los machos tienen el pico y la frente rojas, mientras que las hembras tienen el pico anaranjado y la frente verde. El resto del cuerpo es verde en ambos sexos.
Conservación: Actualmente no está en peligro de extinción según la IUCN.
· Agapornis acollarado (Agapornis swindernianus)
Donde vive: Su principal área de distribución son los países del áfrica ecuatorial, que comprende Camerún, Gabón, República Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo, compartiendo territorio con A. pullarius. Tiene 3 subespecies: A. s. swindernianus, A. s. emini y A. s. zenkeri. A diferencia del resto de especies de agapornis, esta no ha sido posible criarla en cautividad con el mismo éxito.
Morfología: El pico es negro grisáceo, tienen una banda oscura en la nuca y la parte superior del pecho es amarillo u oliva. La espalda y rabadilla es azul y la cola tiene barras rojas. El resto del cuerpo y las alas son verdes.
Conservación: Actualmente no está en peligro de extinción según la IUCN.
2.3 Comportamiento
| Comportamiento social
· ¿Cómo se comportan los agapornis entre sí y con las personas?
En la naturaleza, los agapornis son aves sociales que viven en grupo. Esta forma de vida les genera una mayor protección frente a los depredadores, y además los vuelve más eficaces a la hora de encontrar comida (100 ojos ven más que dos).
Son animales muy inteligentes, curiosos y activos y se comunican mediante un repertorio de vocalizaciones agudas y fuertes. Además, son capaces de reconocerse entre sí por medio de las vocalizaciones.
Si consigues desarrollar una relación de confianza con tu agapornis, podrás formar fuertes vínculos afectivos que serán muy positivos para ambos.
Los agapornis tienen 4 tipos de comportamientos habituales bien definidos:
- Buscar comida (forrajear) y comer: Es la actividad que les ocupa la mayor parte del día (les va la vida en ello).
- Relacionarse con sus congéneres: Es el segundo comportamiento más importante. Los agapornis necesitan del contacto físico y del estímulo mental de interactuar con otros agapornis (y con nosotros).
- Acicalarse y acicalar a otros: Es una actividad necesaria para mantener en perfecto estado las plumas y poder volar. También representa una actividad social cuando lo hacen entre ellos.
- Dormir / descansar: Al ser aves diurnas, durante la noche duermen, aunque también durante el día pueden tener pequeños momentos de descanso.
Un desequilibrio en alguno de estos 4 comportamientos básicos puede dar lugar a un gran número de problemas de salud y sufrimiento. En cautividad, su inteligencia y sociabilidad hace que necesiten de mucha atención por tu parte, especialmente si tienes solo un agapornis.
Por eso desde Kiwi Exóticos te pido encarecidamente que reflexiones antes de adquirir un agapornis (o un loro en general). ¿Cuánto tiempo libre dispones o estás dispuesto a ocupar para atenderlo? No solo se trata de darle de comer y limpiarlo, necesitan de interacciones y si no vas a poder dársela, quizás sería mejor plantearse otra mascota.
· ¿Es mejor tener uno o varios agapornis en casa?
La mejor opción es tener varios agapornis en casa. Como dije, los agapornis son animales que viven en grupos y necesitan interactuar entre ellos. Mantener un solo agapornis en casa no es lo ideal. Aunque puedas intentar proporcionar el máximo entretenimiento posible, nunca vas a disponer de todo el día para estar con él.
Además, el agapornis no puede expresar toda su gama de comportamientos sociales de forma normal a menos que se mantenga con miembros de su propia especie. Un agapornis que vive solo, especialmente si ha sido criado a mano, es más proclive a sufrir problemas comportamentales que den lugar a enfermedades.
· ¿Los agapornis pueden convivir con otros animales?
Hay muchos agapornis que viven con perros, gatos u otras mascotas sin ningún problema. En algunos casos juegan con ellos y en otros los ignoran por completo. Pero cada caso es diferente, por lo que hay que actuar con prudencia.
El primer contacto con otros animales debe ser progresivo y siempre bajo vigilancia. Lo mejor es basarnos en el sentido común y observar sus comportamientos. Si ves que puede no ir bien, es mejor mantenerlos separados.
| Comportamiento reproductivo
· El celo en los agapornis
Los agapornis alcanzan la madurez sexual entre los 6 y los 12 meses de edad. A partir de esta edad (o incluso antes), forman parejas para toda la vida. De ahí el nombre de “inseparables”.
En la naturaleza entran en celo para criar durante la estación seca, que depende de cada especie:
- A. roseicollis: Viven en Namibia y su estación seca es entre los meses de abril a septiembre.
- A. fischeri y A. personatus: Viven en Tanzania y tienen 2 estaciones secas al año: Una corta de enero a febrero y una larga de junio a octubre, por lo que tienen 2 temporadas de cría.
En casa, si se dan las condiciones adecuadas, pueden criar en cualquier momento del año. Está demostrado que la temperatura, la humedad, las horas de luz diaria (natural y artificial) y el tipo de alimentación influyen a la hora de entrar en celo. Así pues, con temperaturas cálidas y secas, 10-12 horas de luz diarias y una alimentación alta en calorías los agapornis pueden entrar fácilmente en celo.
Hay otros factores que influyen, como la presencia de pareja: Puede ser otro agapornis, una persona (cuando son criadas a mano) o incluso un objeto. También afecta que siempre esté disponible el nido o material para fabricarlo.
· ¿Se puede cortar el celo en los agapornis?
Hay agapornis en los que el celo es tan intenso y continuado que los hace enfermar. En las hembras es un problema mayor, porque pueden llegar a poner huevos continuamente en un bucle sin fin de puestas. Esto la agota, le baja las defensas, pueden sufrir hipocalcemias, desnutrición y es más fácil que se les atasque algún huevo al ponerlo.
Para evitarlo hay diferentes estrategias. La primera es controlar los factores ambientales que mencionamos anteriormente:
- Mantener a temperaturas no muy cálidas.
- Humedad alta.
- 8 horas de luz al día (natural y artificial).
- Dieta baja en calorías (basada en pienso).
- Aumentar la actividad y el ejercicio.
- Evitar nidos y material para nidos.
Si controlando todo esto sigue en celo, el siguiente paso sería utilizar medicación para cortar el celo. Existen en el mercado varios medicamentos que pueden ayudar, aunque su efectividad depende de cada caso.
Una última opción es la esterilización/castración del ave, pero en agapornis no es un procedimiento que se realice con regularidad debido a su complejidad.
Si notas que tu agapornis está en celo continuamente, no para de poner huevos, está agresivo, etc, escríbenos. Con nuestra Asesoría Veterinaria online te podemos ayudar.
· Las hibridaciones en agapornis
Si quieres criar agapornis es muy importante saber de que especie es cada individuo para evitar hibridaciones, porque puede haber problemas. Si cruzas (hibridas) un A. roseicollis con un A. fischeri o un A. personatus, se producirá descendencia estéril que luego no podrá reproducirse.
Sin embargo, si se junta un A. fischeri con un A. personatus, la descendencia será fértil. Esto lo utilizan los criadores para pasar mutaciones de una especie a otra, como la mutación de color azul del A. personatus al A. fischeri. En genética a esto se le llama transmutación.
No estamos a favor de las hibridaciones porque conducen a la contaminación genética de las especies. Además, todas estas modificaciones pueden dar lugar a animales más débiles y susceptibles de enfermedad.
– Si quieres criar agapornis es mejor que sean de la misma especie. – |
· La puesta, eclosión y primeros días de vida
Para los agapornis lo ideal es que no tengan más de 3 puestas al año. Pueden poner entre 4 a 10 huevos por puesta, así que si no quieres criar lo mejor es evitar en la medida de lo posible que pasen por esto.
En la naturaleza utilizan principalmente huecos en los árboles para hacer el nido, que luego acomodan con pequeñas ramas y trozos de corteza de madera. En casa se pueden utilizar pequeñas cajas nido de madera o plástico, que pueden “adornar” con tiras de periódico.
Sólo la hembra se encarga de empollar los huevos, pero el macho la alimenta durante este periodo. La duración de la incubación es de entre 18 a 24 días. Los pollitos nacen sin plumas e indefensos y tanto el padre como la madre los alimentan. Empiezan a volar entre los 30 y 35 días de vida y a partir de los 45 a 55 días se suelen destetar.
Cuando son criados a mano, suelen comenzar a empapillarse a partir de los 20-25 días de vida. Este es un método que recomiendan algunos para “hacerlos más dóciles” y cariñosos con nosotros. Sin embargo, criarlos a mano puede traer otros problemas, como formar pareja con algún miembro humano de la familia. A la larga pueden tener problemas comportamentales por ausencias continuadas, comportamientos no correspondidos o frustración sexual.
Además, la cría de agapornis papilleros requiere de mucho tiempo, dedicación y conocimientos, ya que es un periodo delicado en el que pueden enfermar con facilidad. Desde Kiwi Exóticos te recomiendo evitar la cría a mano de loros. Las crías deben ser atendidas por sus padres, no por nosotros. Lo que sí puedes hacer es aumentar las interacciones con ellos desde los 20-25 días de vida, para que se habitúen a la presencia de las personas y no nos tengan miedo.
3. Mantenimiento
3.1 Alojamiento
Para una buena salud física y mental, los agapornis necesitan espacio donde poder expresar toda su gama de comportamientos naturales. Mantener a un agapornis dentro de una jaula las 24 horas al día no es una opción. La imagen tradicional del loro en una jaula redonda en una esquina del salón es equipararlo a un mero objeto de decoración. Pero no son objetos, son seres vivos. Y los agapornis son aves, así que hay que proporcionarles espacio para volar.
Veamos que opciones de alojamiento para agapornis tenemos:
| Recinto exclusivo para agapornis
Puede ser un voladero (interior o exterior) o habitación adaptada. Idealmente debería tener al menos 2 x 1 x 2 metros (largo x ancho x alto). Se puede personalizar mucho, usando cuerdas, troncos de madera, casetas y juguetes para que estén activos.
Si la habitación tiene ventanas es mejor mantenerlas cerradas o con rejas metálicas como las de las jaulas. Las mallas antimosquitos pueden romperlas fácilmente y escapar. Para el suelo lo mejor es utilizar una pequeña capa de sustrato para aves. En caso contrario será más complicado limpiar las caquitas cuando se secan.
| Jaula con acceso a recinto
Es la opción más habitual. Consiste tener una jaula abierta para que el agapornis pueda acceder a una o varias estancias de la casa cuando quiera. Con este sistema puedes guardarlo en la jaula cuando no estés en casa, por la noche o cuando no quieras que esté suelto por el motivo que sea. Además, en ella se pone la comida y el agua principales. De este modo, la jaula se convierte en el lugar donde descansar y comer.
· La jaula del agapornis, ¿Cómo tiene que ser?
El tamaño mínimo de la jaula para un agapornis es de 80 x 50 x 60 cm (largo x ancho x alto). En caso de tener una pareja, el tamaño mínimo debería ser de 120 x 60 x 70 cm. Repito, son tamaños mínimos, así que cuanto más grande la jaula, mejor.
La forma de la jaula debe ser rectangular. Las jaulas redondas estresan al agapornis porque no tienen esquinas que sirvan de puntos de referencia. Tampoco las jaulas con forma de casitas u otras formas son muy prácticas.
El mejor material para las jaulas es el acero inoxidable, con barrotes horizontales para que puedan trepar. La separación de los barrotes no sebe ser superior a 1,5 cm. De lo contrario podrían escapar o quedarse atascados. Cuidado con las jaulas de mala calidad. Pueden estar recubiertas de pinturas tóxicas u oxidarse fácilmente. El fondo de la jaula debe tener barrotes también, con una bandeja debajo para recoger las deposiciones.
· ¿Dónde colocar la jaula del agapornis?
El mejor lugar es en una esquina, de manera que dos lados de la jaula contacten con la pared. De esta manera se sienten más seguros y protegidos. Debería estar a una altura de al menos 1,60 metros con respecto al suelo. La altura también les da seguridad.
Sería ideal que la estancia tenga luz natural, pero sin exceso de ruidos de la calle. Poner la jaula en la cocina está completamente desaconsejado, porque el humo de cocinar puede ser dañino. Tampoco la debes poner en zonas con corrientes de aire continuas ni pegado a radiadores o aire acondicionado.
| Accesorios
· Comederos y bebederos
Los comederos de acero inoxidable son más higiénicos y resistentes. También se pueden usar de plástico, pero pueden romperse con más facilidad.
Para el agua se puede utilizar un bebedero de botella para colgar por fuera de la jaula, (de cristal o plástico), o un bebedero de plato (de cerámica). Este último si es muy grande tu agapornis puede intentar meterse dentro para bañarse y ensuciarlo.
· Perchas
Las perchas para los agapornis, cuanto más naturales mejor. Si puedes, consigue ramas de árboles frutales, que sean irregulares y de diferentes grosores. Así tendrán diferentes agarres para sus patitas. Usar las típicas perchas de plástico lisa no son ideales. También puedes utilizar cuerdas naturales, que pueden ser de cáñamo, esparto, pita, sisal, yute o algodón. Pueden destrozarlas con facilidad, pero no pasa nada, así se entretienen.
· Sustrato
Como sustrato para la bandeja de la jaula puedes utilizar papel de cocina, gránulos de maíz, pellets de papel o arena para aves. Lo ideal sería limpiar la bandeja todos los días y no dejar que se acumulen las cacas durante días. Por mucho sustrato absorbente que pongas al final es una fuente de infección.
Otro asunto diferente es cuando están fuera de la jaula. Pueden hacer caca en cualquier sitio: Los muebles, la cocina, las personas… es por así decirlo el precio a pagar por tenerlos suelos. Si no tienen una habitación o voladero exclusivo para ellos tendrás que asumir que tu casa no perfecta ni ordenada. Lo mejor es colocar protectores de plástico lavables sobre aquellos muebles donde se suelen subir. Y si puedes limpiar las heces sobre la marcha, mucho mejor. Por otro lado, sería conveniente que evites que entren en la cocina, por su seguridad y por higiene.
· Juguetes
Tener la mente ocupada es fundamental para los agapornis. Puedes utilizar un gran abanico de juguetes, o incluso hacerlos tu mismo. Eso sí, asume que tarde o temprano quedarán destruidos. No te preocupes, es lo normal.
Los mejores juguetes para agapornis son aquellos hechos con madera, cuero, cartón, cuerdas naturales o plástico duro. |
Evita los que tengan piezas pintadas o metálicas, como las típicas campanitas metálicas o las cadenas. Los juguetes con espejos tampoco se deben utilizar, ya que intentan interactuar con su reflejo y a la larga les genera frustración y problemas comportamentales.
Otro tipo de juguetes son las bandejas de forrajeo. Consiste en una bandeja o similar sobre la que se colocan materiales no comestibles, entre los que escondemos comida o golosinas. El animal se entretendrá buscando y les ayuda a estar ocupados. Podemos utilizar muchos materiales diferentes: trozos de madera, cartón, papel, corcho natural, paja, heno, pellets, piedras, etc.
3.2 Condiciones ambientales
| Iluminación
· El fotoperiodo en los agapornis
El fotoperiodo es la cantidad de horas de luz (natural o artificial) que recibe un ser vivo durante el día. Los agapornis viven en zonas ecuatoriales y la cantidad de luz diaria que reciben no varía mucho a lo largo del año: Entre 10 a 12 horas según la época del año.
Por ello, en casa hay que mantener un ciclo de luz que no supere las 12 horas diarias. Tener a los agapornis despiertos hasta las 11 de la noche mientras vemos la tele no es una situación normal. A la larga les va a generar problemas comportamentales y les estimula a entrar en celo de forma continua. Durante la noche deben permanecer en una estancia a oscuras completamente y sin ningún tipo de interrupción.
· ¿Es bueno el sol para los agapornis?
Tomar el sol con moderación es muy bueno para la salud y el bienestar de los agapornis. Veamos qué le aporta el sol a las aves:
- Luz “visible”: Es necesaria para poder ver durante el día, (reconocer el entorno, detectar depredadores, buscar comida) y para poder distinguir entre el día y la noche. Es la única parte del espectro solar que pueden ver las personas.
- Luz Ultravioleta A (UVA): Las aves y otros animales son capaces de ver este tipo de luz. Les ayuda a reconocerse entre ellos y a seleccionar la comida más adecuada.
- Luz Ultravioleta B (UVB): Muy importante, participa en la síntesis de la Vitamina D3, el metabolismo del calcio y permite un correcto funcionamiento del sistema inmune, entre otras propiedades.
- Luz Infrarroja (IR): Proporciona calor en la superficie del animal y en el ambiente, necesario para mantener una temperatura adecuada.
Ojo, el exceso de sol también es perjudicial e incluso mortal si va acompañado de altas temperaturas. Así que cuidado con dejarlos tostándose al sol cual lagartijas. |
Hay 2 opciones para proporcionarles luz a los agapornis: de forma natural o artificial:
· Iluminación natural en agapornis
Es la forma más sencilla y adecuada de que el agapornis reciba luz. No existen estudios concretos sobre cuánta luz solar es necesaria, pero podemos dar una recomendación general basada en el sentido común. Si tu agapornis vive en interior sería ideal que recibiera al menos 15-30 minutos al día de sol directo (también vale nublado), al amanecer o al atardecer. Deberá tener siempre sombra disponible y que la temperatura ambiental no supere los 24ºC. Si tienes una voladera con zona exterior, no tienes que hacer nada: La radiación del sol, aunque mitigada, puede pasar a través de los barrotes.
· Iluminación artificial en agapornis
Si por cualquier motivo el agapornis no puede recibir luz solar directa, se puede adquirir una lámpara que simule la luz del sol. Cuidado, no vale cualquier lámpara del mercado. Hay que buscar marcas de calidad que tengan lámparas indicadas y seguras para aves.
- Qué modelo comprar: Pueden utilizarse lámparas fluorescentes compactas, tubos fluorescentes T8 o T5. Los más potentes son los T5.
- Dónde colocarla: Encima de la percha más alta de la jaula o sobre algún punto donde suelan posarse los agapornis si están sueltos.
- Cómo colocarla: En la mayoría de los casos, la distancia entre la percha y la lámpara no debe ser superior a 20-30 cm, pero depende de cada tipo y modelo de lámpara. No puede haber cristales o plásticos en medio, porque filtran la luz ultravioleta. Las rejas de la jaula también mitigan la luz, pero podemos ajustar la distancia para minimizar este efecto.
- Cuanto tiempo encenderla: Al menos 3-4 horas al día, coincidiendo con las horas centrales del día. Se pueden programar con enchufes inteligentes y así olvidarnos de tener que encenderlas y apagarlas.
| Los ruidos
Como mencionamos anteriormente, los agapornis tienen muy buena capacidad auditiva, por lo que son sensibles a los ruidos. Hay que mantenerlos alejados de calles con mucho ruido de coches o maquinaria. Dentro de casa evitar poner música o cualquier dispositivo de sonido a un volumen muy alto cerca de ellos. Todo esto puede estresarles muchísimo y a la larga enfermarlos.
| Temperatura y humedad
Aunque proceden de climas cálidos, es recomendable mantenerlos a temperaturas por debajo de los 25ºC y con una humedad media-alta. A muchos les encanta meterse en el baño cuando nos estamos bañando por el vapor. Además, es mejor evitar zonas con mucha corriente de aire o con cambios bruscos de temperatura.
3.3 Manejo y rutina diaria
| Cómo manejar un agapornis
Para que un agapornis se deje manipular y puedas interactuar con el, hay que crear una relación de confianza. Esto será más fácil si es un agapornis papillero (criado a mano) y requerirá de un poco más de paciencia si no es papillero.
· Los primeros días en casa
Durante los primeros días en casa hay que dejar que se acostumbre a nosotros, sin interaccionar con él ni cogerlo. Evita los movimientos bruscos y habla en un tono bajo, sin chillar. Suele ayudar si son 2 o más agapornis, por la seguridad que les genera el grupo.
La clave al principio es permitir que él tome la iniciativa y se acerque a ti, no al revés. Además, no pretendas que esto ocurra en un solo día. Este proceso requiere de paciencia y tiempo. A veces se tarda meses en conseguir que se acostumbre a ti, pero a la larga será beneficioso para ambos.
Si tienes otros animales como perros o gatos, es mejor evitar que se acerquen durante esta fase. Primero que nos conozca a nosotros y luego al resto de la familia.
Si ves que no se asusta con nuestra presencia, puedes abrir la jaula para que salga por si mismo (nunca cogerlo). Algunos son muy asustadizos y no querrán salir de primeras. Si esto ocurre, puedes poner un comedero con golosinas enganchado a los barrotes justo donde está la puerta abierta. Así verá que no pasa nada por acercarse a la puerta abierta. Este paso te lo puedes ahorrar si lo tienes en una voladera o estancia sin jaula.
Una vez ha salido de la jaula, puedes poner golosinas a tu alrededor, pero sin interaccionar con él, ignorándolo. Luego puedes ofrecerle golosinas sobre tu mano o brazo. Cuando veas que está cómodo, juega con las golosinas entre tus dedos, para llamarle su atención.
· El corte de vuelo: ¿Es necesario?
El corte de vuelo es un procedimiento controvertido. Consiste en recortar con tijeras determinadas plumas de las alas para que el agapornis no pueda volar. Hay gente que lo utiliza para tener controlado al agapornis y que no suba a sitios altos o no se escape. También dicen que sirve para que sea más fácil “acostumbrarlo a nosotros”.
Desde KIWI Exóticos no recomendamos cortar el vuelo a los agapornis. Si quieres que se acostumbre a ti y te haga caso, tienes que generar confianza, darle rutinas y un entorno seguro. Al cortarle el vuelo, le quitas su principal medio de desplazamiento y de escape. Además, puede golpearse con más facilidad al no poder controlar bien el aterrizaje cuando salta. En definitiva, a la larga le va a generar estrés, que puede provocar comportamientos indeseados como el picaje o agresividad.
El único caso en el que se podría contemplar como opción es para sacarlo al aire libre y que juegue. Aquí los beneficios podrían ser mayores que los inconvenientes.
| Rutina diaria ideal
A continuación, vamos a explicar cómo sería la rutina diaria ideal para un agapornis que vive dentro de casa. Tómalo como un ejemplo, ya que habrá que adaptarlo a las circunstancias de cada caso:
- Mañana: El día comienza a las 8:00, cuando encendemos las luces y/o abrimos las ventanas para que entre la luz del día de forma progresiva. Coloca el comedero principal y los vegetales durante unas horas para que se alimente libremente. Si el tiempo está bueno puedes sacarlo al aire libre (en una jaula o en un recinto exterior) durante un rato. Antes de las 11 de la mañana es el mejor momento para que le de el sol. Aprovecha la mañana también para limpiar las heces de la jaula o recinto.
- Mediodía: Muchos agapornis descansan durante las horas centrales del día. Es un comportamiento natural, igual que nosotros con la siesta. Coloca de nuevo durante un par de horas el comedero principal para que coma. Si no puede recibir luz natural, es el momento de encender la lámpara de luz ultravioleta durante 3-4 horas.
- Tarde: A partir de las 16:00 sería ideal que salga de la jaula si no vive en un recinto grande, para que pueda “estirar las alas”, jugar y ponerle bandejas de forrajeo. Durante la tarde le puedes poner otra vez el comedero principal durante un par de horas.
- Noche: El día se acaba a las 20:00, momento de dejar a oscuras y sin ruidos al agapornis dentro de su jaula o estancia. A partir de esta hora y hasta el día siguiente no lo debes molestar para no alterar su fotoperiodo. Durante la noche no debes dejarle comida a su disposición, sólo agua.
Recuerda que cada agapornis es único, y algunos pueden requerir ajustes en su rutina según sus necesidades específicas.
Si tu agapornis es muy asustadizo, quieres que se acostumbre a ti o tienes dudas sobre como organizar su rutina diaria, puedes contratar nuestra Asesoría Veterinaria online, te ayudaremos con cualquier problema. |
3.4 Higiene
| Limpieza y desinfección del alojamiento y los accesorios
La limpieza y desinfección del alojamiento y los accesorios (perchas, comederos, bebederos, juguetes de plástico o madera) es el mejor aliado contra las enfermedades. Idealmente se debería hacer una limpieza todos los días y al menos una desinfección semanal, aunque la frecuencia depende del número de agapornis y el tipo de alojamiento que tienen. Antes de desinfectar siempre hay que limpiar para retirar la suciedad, ya que la mayoría de los desinfectantes no funcionan en presencia de materia orgánica.
Pero ¿Cuál es la diferencia entre limpiar y desinfectar? Aunque coloquialmente se usan como sinónimos, no es lo mismo limpiar que desinfectar:
La limpieza consiste en aplicar un detergente suave (un lavavajillas o un limpiador enzimático sirven) para retirar todos los restos de materia orgánica (heces, sustrato, comida), seguido de un enjuague a fondo con agua caliente.
Para la desinfección hay que usar un producto que elimine o inactive los microorganismos. Un desinfectante común, económico y eficaz es la lejía doméstica (a base de hipoclorito de sodio). Se tiene que usar diluida en agua, a razón de 30 ml de lejía por cada litro de agua y dejarla actuar durante 10 minutos.
Otros desinfectantes más profesionales que se pueden usar son aquellos a base compuestos de amonio cuaternario o compuestos fenólicos. Hay que asegurarse que no sean tóxicos para los animales y seguir las indicaciones del fabricante. Si se tiene dudas es mejor preguntar a un veterinario especialista en animales exóticos.
De todas formas, lo más importante es seguir siempre el esquema de primero limpiar y luego desinfectar.
| Baños
Si el tiempo está bueno se pueden bañar todos los días, preferentemente por la mañana. Si además luego los pones al sol, mejor que mejor. Con los baños, cada agapornis es un mundo. A algunos les encanta usar una bañera de plástico o cerámica con un dedo de agua. Otros prefieren que les pulvericen agua o meterse debajo de un chorro. Sea como sea les ayuda a mantener las plumas y la piel hidratada y limpia.
| Corte de uñas y pico
Dependiendo del entorno del agapornis, pueden desgastar más o menos las uñas. Si les crecen mucho las uñas pueden cortarse con un cortaúñas. Las uñas largas pueden engancharse fácilmente y romperse, a veces directamente desde la base de la uña, produciendo dolor y sangrado. Sirve un cortaúñas de cizalla, de los que se venden para personas en el supermercado.
Para realizar el corte de uñas hay que evitar cortar muy cerca de la zona donde se encuentra el vaso sanguíneo y el nervio de la uña. En uñas blancas es muy fácil visualizarlo como una franja rosada que desaparece en la punta de la uña. En las uñas oscuras se puede utilizar una linterna o similar para iluminar la uña y poder visualizar el vaso sanguíneo. Si no estás seguro de hacerlo correctamente es mejor pedir ayuda en el veterinario antes de hacerle daño.
Para ayudar a que se desgasten se pueden utilizar perchas de lima. Tienen una superficie rugosa especial que puede desgastar un poco las uñas.
El pico no es necesario recortarlo salvo que haya algún problema. Si crees que le está creciendo demasiado la punta del pico es mejor llevarlo al veterinario. Puede que se haya dado un golpe y le esté creciendo mal, que tenga una infección u otra enfermedad.
4. Alimentación
4.1 ¿Qué comen los agapornis?
Los agapornis son aves herbívoras, principalmente granívoras. Esto significa que su principal alimento son las semillas.
Pongamos de ejemplo al Agapornis roseicollis. En la naturaleza se pasan la mañana y la tarde buscando comida por el suelo de la sabana, incluso entre las heces de otros animales. Estudios de campo han demostrado que un 50% de su dieta son semillas, un 30% hojas (frescas o secas) y el resto frutos, tierra, agua y en algunos casos pequeños insectos. Además, lo largo del año su dieta va cambiando, ya que la disponibilidad de los alimentos varía con las estaciones.
Dicho todo esto, podrías pensar que en casa es suficiente con poner un cuenco lleno de semillas y alguna lechuguita. Nada más lejos de la realidad. En la mayoría de los casos solemos sobrealimentar a los agapornis con mezclas de semillas de baja calidad y en gran cantidad. Esto provoca que el ave seleccione las que más le gustan, que encima suelen ser las más grasas. Si encima añadimos que la actividad física es baja o nula, conseguimos el cóctel ideal para que aparezcan enfermedades.
Entonces, ¿Qué pueden comer los agapornis en casa? Los dos pilares de la alimentación de los agapornis en casa son el pienso para aves y los vegetales. En la siguiente pirámide alimentaria, te muestro los porcentajes de cada grupo de alimentos.
Como se puede observar, la cantidad de semillas en la dieta queda reducido a un 5% a favor del pienso y los vegetales. De todas formas, cada ave tiene unas necesidades diferentes, por lo que los porcentajes de piensos, vegetales y semillas pueden variar según cada caso.
Si quieres que te asesoremos de forma personalizada sobre las necesidades alimentarias concretas de tu agapornis, reserva nuestra Asesoría Veterinaria online, estaremos encantados de ayudarte. |
Ahora te voy a explicar las principales características de cada grupo de alimentos y lo que debes tener en cuenta siempre, sean cuales sean las necesidades de tu agapornis:
4.2 El agua
Los agapornis deben tener disponible agua limpia y fresca en todo momento. Hay que cambiarla todos los días, porque pueden crecer bacterias y hongos dentro.
Es mejor utilizar agua embotellada que agua del chorro, especialmente si el agua del chorro de la zona tiene una dureza alta. En España, los territorios insulares y de la costa mediterránea tienen un agua dura o muy dura.
Hay gente que le añade unas gotitas de limón o de vinagre al agua como desinfectante natural o incluso como milagroso producto contra las infecciones. Puedes hacerlo, pero si tu agapornis está enfermo poco va a hacer por él.
4.3 El pienso
El pienso para agapornis representa el 70% de lo que come al día en una dieta estándar. De este modo, sustituye a la mezcla de semillas como componente principal de su comida. Consiste en una mezcla triturada de semillas, vegetales, vitaminas y minerales, que se calienta y prensa hasta obtener la forma deseada (bolitas o cuadraditos).
¿Cuánto pienso comen los agapornis al día? Entre un 10-20% de su peso al día, lo que para un agapornis de 50 gr significa entre 5 a 10 gramos de pienso al día. |
Puedes pensar que en realidad esto no es más que un producto comercial procesado que no es natural para un agapornis. Y tienes toda la razón. Sin embargo, hoy en día es una alternativa válida para muchos loros. Veamos cuáles son sus ventajas y desventajas:
| Ventajas del pienso para agapornis
- Mayor calidad nutricional que la mayoría de las mezclas de semillas presentes en el mercado.
- Evita que el ave seleccione lo que más le gusta, como ocurre con las mezclas de semillas. Cada grano de pienso tiene la misma composición.
- La cantidad de calorías está ajustada a la menor actividad física que suelen tener en casa (no necesitan volar kilómetros para comer).
- El proceso de extrusión utilizado en la fabricación del pienso mejora la digestibilidad de algunos ingredientes.
| Desventajas del pienso para agapornis
- Es un producto procesado y ninguna marca podría competir con la calidad de los ingredientes originales recién cosechados.
- El proceso de extrusión del pienso destruye parte de los nutrientes (vitaminas y fitoquímicos) presentes de forma natural en los ingredientes, aunque algunos son añadidos luego.
- Menor enriquecimiento ambiental, ya que no se entretienen abriendo las semillas.
- Como cualquier otro producto comercial, su calidad puede variar mucho según la marca y hay que leer bien la etiqueta.
Si no quieres darle pienso a tu agapornis no hay problema. Te podemos ayudar a realizar un plan nutricional sin incluir piensos y ajustado a tu agapornis. Escríbenos por redes sociales o mándanos un email a info@kiwiexoticos.com |
Si no quieres darle pienso a tu agapornis no hay problema. Te podemos ayudar a realizar un plan nutricional sin incluir piensos y ajustado a tu mascota en nuestra Asesoría Veterinaria online. |
| La importancia de la etiqueta del pienso
Para elegir un pienso lo más ajustado a las necesidades del agapornis hay que saber leer la etiqueta. No hay que dejarse llevar por todo el marketing que envuelve el paquete de pienso, en el que podemos leer cosas como “rico en calcio”, “plumaje perfecto”, “pienso premium”, “100% natural”, etc. Todo eso son estrategias para llamar la atención que, dejando a un lado la veracidad o no de ellas, incitan al cliente a comprar su pienso y no el de la competencia.
Pero como decimos, a donde hay que ir es a la etiqueta, que siempre tiene que estar en español y debe indicar el listado de ingredientes.
En este listado se indican todos los ingredientes que forman parte del pienso en orden decreciente. Esto significa que el primer ingrediente del listado estará en mayor cantidad que el segundo y así sucesivamente. En ocasiones se indica el porcentaje de los primeros ingredientes para poder hacernos una idea de su contenido, pero no ocurre siempre.
Dentro de esta lista o separada en otra se indican los aditivos. En ella se incluyen los micronutrientes añadidos (vitaminas y minerales), los estabilizantes, conservantes u otros compuestos que estén presentes.
| 5 claves para elegir el mejor pienso para agapornis
- Evita piensos con descripciones generales en la etiqueta. Ejemplos: “cereales”, “semillas oleaginosas”, “grasas y aceites”. Es una práctica legal, pero de esta manera no puedes saber realmente qué contiene el pienso.
- Busca piensos que tengan ingredientes enteros y no trozos, partes o descartes de otras elaboraciones como “subproductos de…”.
- Evita los saborizantes y colorantes artificiales. Son productos químicos de los que no hay estudios de sus efectos a largo plazo en aves.
- Prioriza aquellos que tengan ingredientes de origen orgánico certificado. Esto asegura que no se han utilizado pesticidas ni fertilizantes artificiales.
- El tamaño del pienso debe ser de entre 2 a 4 mm de largo. Tamaños mayores pueden ser rechazados.
4.4 Los vegetales
Los vegetales representan un 20% de lo que come al día un agapornis. Esto son aproximadamente 3-5 gr de vegetales al día, pero depende de lo que le demos.
Cuando hablo de vegetales me refiero a verduras, frutas y legumbres. En la naturaleza los agapornis comen hojas frescas y secas de diferentes plantas de su hábitat, por lo que se debería priorizar las verduras frente a las frutas y legumbres.
| Lista de verduras, frutas y legumbres aptas para agapornis
- Verduras de hoja: Son los principales vegetales que ofrecer. Puedes comprarlas enteras y lavarlas en casa o comprar las que vienen en bolsa ya cortadas y lavadas.
- Coles: Col blanca, col morada o lombarda, col china, col rizada o kale.
- Lechugas: Romana, de hoja roja, de hoja de roble.
- Achicorias: Escarola, endibia, radicchio.
- Otras: Berros, rúcula, canónigos, espinacas, apio, brócoli.
- Verduras de fruto: Retírale las semillas antes de dárselas a tu agapornis.
- Ejemplos: Pimiento (rojo, verde, amarillo), zanahoria, pepino, calabacín, calabaza, tomate.
- Frutas: Mejor enteras (con la piel) que peladas, pero sin semillas. Las cítricas ofrecerlas con moderación (no todos los días).
- Ejemplos: Manzana, pera, albaricoque, fresa, guayaba, higo, ciruela, melón, mango, sandía, melón.
- Legumbres: Dejar a remojo unas horas antes de ofrecer para que se hidraten y no estén tan duras. También se pueden hervir (sin sal ni otros condimentos) para mejorar su digestibilidad.
- Ejemplos: Lentejas, garbanzos, judías, guisantes.
4.5 Las semillas
Dentro de una dieta basada en pienso, las semillas representan el 5% de lo que come al día un agapornis. Esto apenas es 1 gramo al día, o lo que lo mismo, una cucharita de café. Por ello, si te resulta más cómodo puedes ofrecerlo algunos días a la semana y así darle varias cucharaditas a la vez.
En la naturaleza, suelen comer semillas de gramíneas y leguminosas presentes en la sabana o en campos de cultivo cercanos. En casa, existen numerosas marcas que venden mezclas de semillas para agapornis.
Prioriza aquellas marcas con certificado orgánico. Así evitamos cultivos en los que se hayan utilizado pesticidas o fertilizantes químicos. Hay gente incluso que compra semillas orgánicas aptas para consumo humano y luego hace sus propias mezclas. Si quisieras hacer esto, mejor déjate asesorar por un veterinario o pregúntanos para saber qué tipo de semilla elegir y en que proporción.
La mayoría de las mezclas que se venden contienen varias de las siguientes semillas en distintas proporciones: Mijo (amarillo, blanco, japonés), sorgo, avena (con/sin cascarilla), arroz (con/sin cascarilla), lino marrón (contiene más omega 3), lino dorado (contiene menos omega), cártamo o alazor (llamada pipa blanca), alpiste, alforfón o trigo sarraceno, cáñamo, chía, maíz.
Evita las mezclas con frutas deshidratadas. Tienen mucho azúcar, no tienen los mismos nutrientes que la fruta natural y no sirven de sustituto.
Algunas mezclas tienen aditivos tecnológicos, como la sepiolita o la bentonita, que son arcillas que ayudan a la conservación de la mezcla y reducen la contaminación por hongos. Otros tienen aditivos nutricionales, como los pelles de VAM (Vitaminas, Aminoácidos y Minerales). Son los típicos granitos de colores que a veces se ven en las mezclas y que aumentan el contenido de estos nutrientes en el paquete. Cuidado, hay marcas que utilizan subproductos de panadería con colorantes a los que le añaden vitaminas, sin declarar cuáles son ni en qué proporción. Huye de estas mezclas de semillas, normalmente son de mala calidad.
4.6 Otros
El último 5% de la dieta lo reservamos para los suplementos minerales y los premios. Son productos para poner de vez en cuando, priorizando aquellos que sean lo más naturales posibles.
| Suplementos minerales
Los agapornis comen tierra. Algunas especies más, otras menos. Pero comen tierra. Se cree que les ayuda a alcanzar los niveles adecuados de minerales y en algunos casos evitar la absorción de tóxicos de los alimentos. En casa puedes ofrecerles un hueso de sepia, un bloque de minerales o añadir una cucharadita de grit a la comida de vez en cuando.
· ¿Qué es el grit?
El grit es una mezcla de conchas marinas trituradas y otros elementos, como carbonato cálcico, arcillas o carbón activo. A veces les añaden aromas, como el anís.
Existe cierto debate acerca de la necesidad de proporcionar grit a los agapornis para ayudar a triturar la comida. Lo que está claro es que, en la naturaleza, al comer tierra, los agapornis ingieren pequeños fragmentos de minerales insolubles.
Puede no ser necesario en dietas basadas en pienso, ya que son mucho más digestibles que las semillas. Aún así creemos que se puede añadir de vez en cuando. Tampoco hay que pasarse, ya que puede haber riesgo de impactación por sobrealimentación con grit.
| Premios
Los premios se pueden dar por separado o añadirse en las bandejas de forrajeo para hacer la experiencia muy apetecible y estimulante.
- Espigas de panizo: Es un tipo de mijo (mijo menor) que les encanta a los agapornis.
- Semillas oleaginosas: Son semillas con mucho contenido en grasa. Aquí se incluyen las pipas de girasol (rallada y negra), las semillas de negrillo o níger y las semillas de perilla.
- Frutos secos: Con grasa de la buena, pero no se puede abusar de ellas. Ejemplo: Nueces, almendras, avellanas, anacardos, pistachos, piñones. Deben ofrecerse crudos, NO fritos, tostados ni salados.
- Semillas germinadas: Son brotes tiernos de diferentes semillas que aportan sabores diferentes.
- Flores: Son dulces y tienen aromas y texturas diferentes: Margarita, rosa, petunia, pensamientos, saúco, gardenia, caléndula, clavel, hibisco, magnolia
- Hierbas aromáticas: Romero, tomillo, orégano, perejil, albahaca, cilantro, eneldo, menta, hierbabuena.
- Barritas de semillas: Es por así decirlo la versión ultraprocesada de las espigas de panizo. Es un palo al que le han adherido semillas y fruta deshidratada, utilizando como “pegamento” azúcares, aceites y grasas. Como mucho una vez al mes.
| ¿Tengo que darle suplemento de vitaminas a mi agapornis?
No. Si tu agapornis tiene una dieta variada y no tiene ningún problema de salud no es necesario que lo atiborres a vitaminas. De hecho, puede ser perjudicial, porque podrías llegar a provocar una hipervitaminosis.
Cualquier suplementación con vitaminas debería ser utilizada bajo criterio veterinario. No sirven como solución universal para las enfermedades u otros problemas de los agapornis. Si se usan tiene que ser bajo motivos justificados.
5. Medicina preventiva
5.1 Primera visita al veterinario
| Examen del animal
Se recomienda una primera visita al veterinario cuando ha sido adquirido para una revisión completa del agapornis. Esto es muy importante porque a veces podemos pasar por alto signos de enfermedad, incluso cuando ya se han tenido agapornis anteriormente. Esto es mucho más importante si es un agapornis recién destetado, ya que cualquier enfermedad que esté desarrollando puede potencialmente ser más grave.
Además, te recomiendo que durante la primera visita el veterinario le haga pruebas para detectar las siguientes enfermedades:
Psitacosis: Producida por un tipo de clamidia, puede transmitirse a las personas y producir neumonía. Tienes más info en la publicación sobre la clamidiosis aviar.
Enfermedad del pico y las plumas: Es producida por un virus (circovirus) del que no existe cura actualmente. Debilita las defensas del agapornis, pudiendo morir de cualquier leve infección.
| Desparasitación
Durante la primera visita el veterinario deberá realizar un examen de la piel y las plumas en busca de parásitos externos. Además, tiene que realizar un análisis de las heces para detectar parásitos u otros problemas. En base a esto habrá que realizar una desparasitación o no.
Desde KIWI EXOTICOS recomendamos solicitar siempre al veterinario un informe (es decir, el historial impreso) de todo lo realizado durante la consulta, para así tener por escrito una valoración del estado de salud general de animal.
5.2 Revisiones periódicas necesarias
Cada año se recomienda hacer al menos un chequeo anual completo, en el que se realice una exploración física completa y una desparasitación en caso necesario. Además, en función de la edad y las enfermedades que haya desarrollado anteriormente, bajo criterio veterinario podría ser conveniente llevar a cabo una analítica sanguínea u otro tipo de pruebas para saber un poco más sobre cómo está.
5.3 Signos de enfermedad
¿Le pasa algo a mi agapornis?
Contacta con un veterinario si observas uno o varios de los siguientes signos:
- Está apático o muy quieto, todo el día embolado.
- Come menos de lo normal o no come.
- Tiene vómitos o restos de comida alrededor del pico.
- Heces líquidas, completamente verdes o negras, con sangre, con gránulos o burbujas.
- La zona alrededor de la cloaca está sucia.
- Tiene mocos, legañas, lagrimea, estornuda o hace ruidos al respirar.
- Mantiene la cabeza torcida.
- Le está creciendo demasiado el pico.
- Se rasca mucho, se hace heridas o tiene zonas sin plumas.
Esperamos que esta guía básica sobre agapornis te haya resultado útil y te sirva para aprender un poquito más sobre estos fantásticos animales. Si crees que esta publicación puede ayudar a más gente, no dudes en compartirla.
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6. Bibliografía
Listado de todos los recursos consultados para la elaboración de esta publicación:
6.1 Artículos
- Dickinson, E., Young, M. y Granatosky, M. (2022). In vivo bite force in lovebirds (Agapornis roseicollis, Psittaciformes) and their relative biting performance among birds. Journal of Zoology, 318(4) pp. 272-282. Enlace DOI
- Downs, C. T., Bredin, I. P., & Wragg, P. D. (2019). More than eating dirt: a review of avian geophagy. African Zoology, 54(1), 1–19. Enlace DOI
- Ebisawa, K., Kusuda, S., Nakayama, S., Pai, C., Kinoshita, R. y Koie, H. (2022). Effects of rearing methods on feather-damaging behavior and corticosterone metabolite excretion in the peach-faced lovebird (Agapornis roseicollis Vieillot). Journal of Veterinary Behavior, 54, pp. 28-35. Enlace DOI
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- König, H. E., Korbel, R. y Liebich, H. (2016). Avian anatomy – Textbook and colour atlas. 5m Publishing.
- Lightfoot, T. y Nacewicz, C. L. (2006). Psittacine behavior. En T. B. Bays, T. L. Lightfoot y J. Mayer (Eds.), Exotic pet behavior: birds, reptiles, and small mammals (pp. 51-101). Elsevier.
- Niditto.Piu (2020). Agapornis. Aprende a cuidar de tu nuevo amigo. Editorial Círculo Rojo.
- O´Malley B. (2005). Avian anatomy and physiology. En Clinical Anatomy and Physiology of Exotic Species (pp. 97-161). Elsevier Saunders.
- Stanford, M. (2021). Cage and aviary birds. En A. Meredith y C. Johnson-Delaney (Eds.), BSAVA Manual of Exotic Pets (5ª Ed., pp. 167-187). British Small Animal Veterinary Association.
- van den Abeele (2017). Agapornis. Hispano Europea.
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Buenas tardes hoy fue la.primera visita y salí encantada con el atendimiento las explicaciones el trato que tuvo con mi agaporni Amelia
Hola Carmen, muchas gracias por tus palabras! Cualquier cosa nos vemos por la clínica Koala Mascotas 🙂
Felicidades. Realmente quiero felicitar al autor de esta guía.
Se nota que está muy currada, dejándose muchas horas, con mucha profesionalidad y escrito para el entendimiento de no expertos
Soy veterinario, pero no estoy especializado en aves. No obstante, esta guía es verdaderamente útil y adecuada tanto para legos como para expertos que van a tener su primer agaporni.
Sin duda la guardaré, revisaré y compartiré.
PD: el detalle de aportar la bibliografía está genial, no suele ser habitual. Enhorabuena.
Hola Pablo, muchísimas gracias! Intentamos hacerlo lo más sencillo y práctico posible para que sea útil para todos. Tus palabras nos estimulan a seguir adelante, gracias!
Hola, soy estudiante de veterinaria apenas en primer semestre ajjaja, queremos mi compañera y yo agradecerles ampliamente por su investigación ya que decidimos hacer una investigacion acerca del agapornis y la informacion encontrada es escasa o de fuentes poco confiables, no nos queda mas que agradecerles infinitamente, estamos atentas a su trabajo. 😀